Psic. Bárbara Hieber Boker
- No esperes que algún día dejes de pensar en tu hijo. Amabas a tu hijo muchísimo y lo extrañarás profundamente por el resto de tu vida, y eso es bueno.
- Lleva tu dolor a tu manera. No necesitar justificarlo ni dar explicaciones.
- Si no te interesa estar o conversar con las demás personas, estás enojada/o y aislada/o es porque estás pasando por un Shock emocional y necesitas tiempo para recuperarte de ese impacto. Es “normal” sentirte así los primeros meses.
- Comparte el dolor con tus seres más cercanos, no tengas miedo de expresar tu dolor ni de escuchar el dolor de los demás.
- No traces fechas de recuperación, estás lidiando con las emociones no con la razón. Tardarás años en recuperarte y cuando lo hagas serás un nuevo individuo, pero nunca olvidarás a tu hijo.
- Hay ambivalencia en casi todo, incluso en seguir adelante con tu vida.
- Cuando sientas que enloqueces: detente, relájate, no hagas nada, ve una película, lee un libro, teje, duerme, báñate o haz algún ejercicio hasta que te canses.
- Trata de cuidarte y pedir apoyo de los demás en lo que puedas recibir ayuda.
- Si eres una persona de fe, ora tanto como puedas.
- No pierdas la esperanza. Estás pasando lo peor que una madre/ padre pueden pasar. Nada de lo que te pueda pasar es peor que esto. Mantente vivo para la memoria de tu hijo y date la oportunidad de “vivir”.
- El verdadero amor nunca muere, es tan sólo una manifestación opuesta a lo natural.
- Llora cuando lo necesites, ríe cuando puedas y no te sientas mal por reír.
- Trata de disfrutar lo que puedas disfrutar y de acercarte a las personas que más te importan, ellas te necesitan y tú a ellas.
- Encuentra a más padres que han hecho grupos de apoyo.
- Nadie entenderá tu dolor a menos que lo hayan vivido. Pídeles a tus familiares que toleren un poco y que te ayuden ser comprensivos.
- No estás solo. Pide ayuda porque entre más rápido atiendas esta crisis y mejor elabores el duelo, mejor vivirás en el futuro.